Impresionante espectáculo de luces de 4 días en Lyon Francia
“Protégenos del hambre, la guerra y la peste, señor”, gritaban los habitantes de Lyon en 1628. Desgraciadamente, sus súplicas llegaron demasiado tarde: la peste bubónica ya había cruzado el río Ródano, aterrorizando a los habitantes y matando a la mitad de ellos. Liza Perrat investiga la Peste Negra iluminada en Lyon…
El pueblo desesperado rezaba a la Virgen María para que devolviera la buena salud a la ciudad hasta que milagrosamente, en 1643, la peste desapareció. El pueblo lionés nunca dudó de su protección divina. Entonces, ¿cómo es posible que este episodio de intervención divina se convirtiera en el mayor festival internacional de luces de la actualidad?
Todo comenzó el 8 de diciembre de 1852, con la inauguración de una estatua de la Virgen María, erigida en la colina de Fourvière, junto al emplazamiento de la actual Basílica. El pueblo lionés mostró su gratitud a María encendiendo velas en el alféizar de sus ventanas, gesto que se hizo cada vez más popular con el paso de los años.
Más de un siglo después, en los años 1980, con la llegada del plan de iluminación, la ciudad de Lyon decidió transformar la fiesta del 8 de diciembre en la Fête des Lumières (fiesta de la luz). En vísperas del solsticio de invierno, en un magnífico ritual urbano, los lugares públicos de la ciudad se iluminarían de forma diferente cada año.
Residentes, asociaciones, grupos culturales, asociaciones humanitarias y el gobierno local trabajan con artistas, artistas musicales y teatrales, fotógrafos e ingenieros de iluminación para proporcionar la colorida sinfonía de luz que baña la ciudad en la celebración de la luz de hoy.
El festival, que atrae a más de cuatro millones de visitantes a Lyon, incluye otras actividades luminosas y dura cuatro días, siendo los actos principales el día 8. Los puntos focales son generalmente la Basílica de Fourvière, la Catedral de Saint Jean y la Place des Terreaux, donde la música, el baile, los desfiles y los puestos de comida transforman el antiguo barrio de Lyon en un lugar inundado de luz, belleza y sonido.
Comencé a asistir al festival en 2002. Al cruzar el río Saona, mi primer vistazo a las iluminaciones fue la Basílica de Fourvière, que domina la ciudad en la colina de Fourvière. Simbólica de la devoción del pueblo a la Virgen María, la basílica se construyó entre 1872 y 1884. Sus columnas y pórticos orientales y neoclásicos, combinados con torres con matacanes de estilo medieval, estaban iluminados en espectaculares tonos fluorescentes de verde, azul y violeta. .
En la Place des Terreaux, las antiguas piedras se desvanecieron bajo una pantalla cinematográfica de estrellas y lunas. Luces y formas de colores danzaban en los escenarios de la arquitectura renacentista y, mientras un soldado revolucionario ensangrentado se arrastraba por el cielo estrellado, perdí todo sentido de dimensión.
“El 8 de diciembre siempre ha sido un espectáculo de miles de personas paseando juntas en una noche de invierno en una ciudad transformada simplemente por su presencia”, afirmó uno de los directores artísticos. “Este público en movimiento está en el corazón del festival, así como en el corazón de la urbanidad, siendo cada persona un vector de luz dentro del paisaje nocturno”.
Desde su origen en el siglo XIX, el 8 de diciembre ha adquirido un innegable encanto futurista. Pero a pesar de las magníficas iluminaciones, parece que para los lioneses el alma del festival de la luz permanece en la belleza de miles de diminutas llamas de velas que arden al unísono a lo largo de los alféizares de sus ventanas. Mientras gente de todo el mundo viene para compartir el regocijo y la emoción de estas cuatro noches impresionantes, el pueblo lionés, amante de la tradición, continúa rindiendo homenaje a la Virgen María por desterrar la peste negra de entre ellos.
Obtenga más información sobre el espectáculo de luces anual de 4 días en Lyon: www.fetesdeslumieres.com
La autora Liza Perrat creció en Wollongong, Australia. Ahora vive en Francia con su marido francés, a quien conoció en un autobús en Bangkok. Más información sobre Liza Perrat
