El Pont d’Arc y la Caverna del Pont d’Arc, Ardèche
El Pont d’Arc tiene 60 m de alto y 34 m de ancho. Es un puente natural excavado en la pared rocosa del desfiladero sobre el río Ardèche en Ardèche, Auvernia-Ródano-Alpes (antes Ródano-Alpes). Es una maravilla geológica y miles de años de agua y viento han erosionado la piedra para dar forma a esta entrada natural a las gargantas del Ardèche…
El Puente de Arco
Temprano en la mañana en septiembre, cuando estuve allí, no es el mejor momento para tomar fotos. El sol aún no ha salido del todo sobre los acantilados. Pero sucede algo bastante mágico. Yo era la única persona allí tan temprano. Rodeado por un inmenso anfiteatro de acantilados, caminé en silencio pasando por un pequeño círculo de enredaderas. Pero cuando me acerqué al Pont D’Arc de al menos 500.000 años de antigüedad, miles de pájaros que viven en la pared rocosa comenzaron a dar vueltas y cantar una canción exótica. Puedes bajar hasta el río y con la exuberante vegetación y el aire todavía cálido, se siente tropical y casi mágico. Regresé más tarde ese mismo día para tomar fotografías, pero la silenciosa reverencia y los pájaros habían desaparecido. Y sin ellos, la sensación de mística no era tan intensa.
Otras formas de ver este puente increíblemente hermoso son en canoa, caminando e incluso volando sobre…
Caverna del Puente de Arco
No esperaba entusiasmarme con una réplica de la cueva Chauvet. está a unos 15 minutos en coche de Vallon Pont d’Arc (el punto de partida de la principal ruta turística a lo largo de las gargantas), pero ¡vaya! La cueva original fue descubierta por espeleólogos en los años 90. Su ubicación se mantiene en secreto para protegerlo. Esto se debe a que lo que esos espeleólogos tropezaron inadvertidamente hace 20 años es nada menos que asombroso: arte rupestre, que se remonta a hace 30.000 a 45.000 años, al período de la edad de hielo. Y, sin embargo, sigue siendo vívido, vibrante y absolutamente convincente.
La réplica es la más grande del mundo. Ubicado en un elevado huerto de robles y senderos de piedra caliza, se pueden contemplar vistas del valle hasta el Mont Lozère y el Col d’Escrinet. También hay una serie de animaciones y galerías educativas. Además, hay un centro para niños y la Galería Aurignacien, antes de dirigirte a las profundidades de la cueva para realizar tu visita guiada.
El guía explica al entrar que te sentirás como si estuvieras en la cueva original. Y realmente lo haces. Es un hormigueo en la columna. Hay casi una sensación de 3D en parte del trabajo. Los artistas incorporaron los contornos de la pared rocosa para agregar profundidad, movimiento y humor a sus dibujos. Aún son visibles los arañazos y marcas de grasa del pelaje de los osos prehistóricos. Empiezas a tener una idea de los artistas, ya que pequeños detalles como el dedo meñique doblado y roto de uno de ellos aparecen una y otra vez en algunas de las huellas de las manos.
Al volver a salir al sol, con el viento de Mistral mordisqueando tus mejillas, sientes una sensación de serenidad pero también de aventura.
Lucy Pitts es escritora independiente, redactora y editora adjunta de The Good Life France.
Para más información: www.ardeche-guide.com; es.cavernedupontdarc.fr
