Ys: en busca de la ciudad hundida
Atropellar la carretera que desciende hacia la bahía des Trépassés. Al anochecer, os encontraréis con almas errantes, los Krierien (los pregoneros), que merodean en las ventosas soledades de playas y páramos… Procesionan en grupos de siete de capilla en capilla, con San Juan de las Grèves a la cabeza, gritando desesperadamente.
Desde el faro de Vieille, un encuentro cara a cara con la “olla del infierno” de la Bahía de los Trépassés : las violentas corrientes forman un paso extremadamente peligroso entre la punta de Raz al oeste y la punta de Van al noroeste. Un lugar aterrador donde arraiga la leyenda de la ciudad maldita de Ys. La tradición oral también sitúa allí la figura del Barquero y la barca de la noche (Bolsa-Noz O ar Vag-Noz).
Penmarc’h, un antiguo puerto próspero de la región de Bigouden, es conocido por su faro de Eckmühl. ¿Pero sabéis que vivía March, el rey de Poulmarch, a quien Dahud con el cabello dorado (o Ahès) adornaba con las orejas y las crines de su caballo Morvarch, para castigarlo por haber perseguido su arco en la mano?
En la desembocadura del Aulne, las ruinas de la antigua abadía de Landévennec Recordemos la leyenda dorada de San Guénolé. Por orden del apóstol San Patricio, que se le apareció en un sueño, partió para fundar su abadía. En 490, Guénolé, como un nuevo Moisés, abrió milagrosamente el brazo de mar que separa Hôpital-Camfrout y Landévennec, en la orilla opuesta del estuario. San Guénolé aparece en la leyenda del pueblo de Ys.
Entre los puntos de Raz y Van, el “Bae an Anaon”la bahía de las almas perdidas, o de los Muertos, ve vagando sobre el páramo desnudo, quemado por la sal del mar, a la gente del “Krierien”…