Champagne Drappier y la botella de champán más grande del mundo

Una bodega milenaria y la botella de champán más grande del mundo. ¡Tiene que haber un gran estallido cuando se rompa el corcho! Bienvenido a Champagne Drappier…

Champagne Drappier en el pueblo de Urville, Aube, Champagne es una de las casas de champán más grandes de la zona y produce unos dos millones de botellas de champán al año. Las bodegas son enormes y una de ellas data de 1152, construida por San Bernardo, un monje que también fundó la cercana Abadía de Claraval. La Abadía está abierta al público y es uno de los recorridos más extraños que he realizado, ya que también es una prisión de máxima seguridad.

A pesar de su antigüedad, la bodega Drappier es joven si se tiene en cuenta que los romanos plantaron aquí las vides mil años antes de que la excavaran. Recorrí las bóvedas subterráneas de vino con Philippe Verrier de la casa Champagne, una experiencia increíble para ver todas las botellas desde media botella para arriba que se elaboran aquí. Vi con mis propios ojos un Melquisedecis – ¡la botella de champán más grande del mundo! Exclusivamente Drappier fabrica alrededor de 30 de ellos al año. De una de estas enormes botellas se pueden servir 400 vasos, probablemente con mucho cuidado y con la ayuda de varias manos. ¡Qué no daría por escuchar el corcho de esa botella!

La historia antigua y la absoluta magnificencia de este lugar son sorprendentes, se ha estado elaborando champán aquí desde 1808 y, hasta el día de hoy, las botellas de champán más grandes y caras se giran a mano para limpiarlas de sedimentos.

Después del recorrido, nos sentamos en el llamativo diván rosa y dorado de la sala de degustación y bebimos varios tipos diferentes de champán, incluido el favorito del presidente Charles de Gaulle, que ahora lleva su nombre. Michel Drappier, el encantador jefe de producción, se unió brevemente a nosotros antes de ir a juzgar un concurso de champán, no sin antes contarnos una historia sobre el champán.

«¿Cuántas burbujas hay en una botella normal de champán?» -preguntó. Todos hicimos conjeturas que oscilaban entre 9.000 y 250.000. “Non” dijo enfáticamente “Estáis todos equivocados. Los científicos han calculado, a partir del tamaño de una burbuja y de la cantidad de dióxido de carbono que se puede producir, que hay alrededor de 60 millones de burbujas en una botella de champán”. Luego se fue sonriendo y dejándonos a todos preguntándonos si hablaba en serio. De hecho, cuando lo comprobé, algunos científicos afirman que hay incluso más burbujas: posiblemente hasta 250 millones en una botella estándar de champán.

El padre de Michel, André Drappier, cariñosamente conocido como Drappier Père, se unió a nuestra degustación. A sus 80 años, es tan chispeante y efervescente como el champán que produce la empresa y conduce todos los días desde su casa en el pueblo, colina abajo y hasta la oficina para vigilar las cosas. Nos contó cómo su amada difunta esposa atendería una llamada telefónica de la esposa de De Gaulle, quien pediría el champán favorito de su marido y las dos mujeres se encontrarían en un mercado local. Madame Drappier trasladaba las botellas de su 2CV al 2CV de Madame de Gaulle. Aunque Monsieur Drappier se reunió con el presidente una o dos veces, «no era un hombre con quien se pudiera ser amigo», dice secamente (léase Descubriendo al presidente De Gaulle).

Salgo lamentando sólo no poder permitirme ni llevar una de esas botellas gigantes de champán que baten récords y que son casi tan altas como yo. Logré meter un par de botellas de tamaño estándar en mi maleta y luego, en casa, compartiéndolas con amigos y familiares, prometí volver para comprar más, es un champán absolutamente delicioso.