Sormiou: una auténtica cala de Marsella
Al fondo de este estrecho circo calizo coronado de matorral, podemos observar un corredor de agua color esmeralda y cristalina. Más de ciento cincuenta cabañas comparten este pequeño paraíso privado. Pertenecen a un único propietario y todas están habitadas por antiguas familias marsellesas, que guardan celosamente estos tesoros de fortuna de valor incalculable.
Es aquí, en esta bonita playa de Marsella, donde Georges Beuchat, el comandante Cousteau y su famoso compañero Albert Falco inventaron el submarinismo, a través de apasionados debates sobre el fondo marino de las calas y sus innumerables tesoros enterrados en los pecios.
El encanto de las calas se debe también a su rudimentario confort. Nevera de gas, botellas de minerales… Un amuleto llamado según el estado de ánimo de los habitantes: “bohemia”, “lou pitchoun nis” (“el nidito”), “el resto”…
Pescadores profesionales, Raymond y Jean-Claude Bianco (que recuperaron la gourmette Saint-Exupéry) son los proveedores exclusivos de uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Cada mañana, es en el “Petit Nice”, donde oficia el chef estrella Gérald Passédat, donde entregan el pescado con el que se preparará la “bouille-abaisse”.