Razones para amar Francia No 5 |  París

Razones para amar Francia No 5 | París

«Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando eras joven, dondequiera que vayas durante el resto de tu vida, permanecerá contigo, porque París es una fiesta movible». Ernest Hemingway, una fiesta movible

No sólo se queda contigo, sino que lo anhelas para siempre…

¿Qué nos enamora de París?

¿Quizás sea la elegancia de los edificios o la arquitectura antigua lo que nos enamora? ¿Son los fabulosos restaurantes donde la atención al detalle hace que la comida parezca obras de arte? ¿O quizás las panaderías con pan con un sabor inolvidable y pasteles que parecen joyas? La puesta de sol sobre la Catedral de Notre Dame, un concierto en una capilla de 800 años de antigüedad. El río Sena serpentea por la ciudad flanqueado por hermosas mansiones, museos, palacios y avenidas. Los Campos Elíseos y la Place des Vosges, una plaza arbolada bordeada de casas diseñadas por un rey.

Quizás sea el Arco de Triunfo o el Louvre los que no podrás olvidar de ver por primera vez. ¿O la Torre Eiffel, el ícono de París que te deja sin aliento cuando la ves, cada vez que vas a París (o soy solo yo)?

Los vendedores de libros de segunda mano que bordean el río Sena y te tientan a curiosear. Las escaleras que conducen a la cima de Montmartre, el distrito montañoso y aldeano donde los artistas ejercen su oficio en calles y plazas. ¿Son los 200 museos o los 400 parques y jardines, llenos de estatuas y esas famosas sillas verdes que piden a gritos que te sientes en ellas para poder disfrutar de las vistas?

¿Es un día lluvioso cuando la luz es suave y los parisinos chapotean en los charcos en sus actividades diarias? ¿Para algunos es un día soleado cuando los tejados dorados de edificios legendarios brillan alegremente? ¿Caminar por una calle adoquinada en el Barrio Latino en una noche oscura admirando el brillo de los vibrantes restaurantes te hace flotar? ¿Una copa de champán en una terraza secreta, un chocolate caliente en un café mítico o un vino en las bodegas del Louvre?

1000 y más razones para amar París

Se me ocurren mil razones y más por las que amo París. Cada uno tiene su motivo especial, algo que se destaca en tu mente. Ese paseo por la Avenida Víctor Hugo, una puerta preciosa que realmente desearías poder ver detrás. Una dama elegante paseando a un pequeño y elegante perro. Un carrusel lleno de niños riendo o una partida de petanca en el parque. Y para muchos es la amabilidad de los extraños que te muestran el camino cuando estás perdido o comparten el nombre de su bistró local favorito.

Paris es siempre una buena IDEA…

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