Paseo por Quimper
La catedral de Saint-Corentin, las joyas de la ciudad y la estatua ecuestre de Gradlon que se encuentra entre las agujas.
Olvidé el estacionamiento que dolía. la encantadora plaza Terre-au-Duc. La toponimia de las calles circundantes nos habla de la época en que esta parte de la ciudad era propiedad del duque de Bretaña: rue de la Herse, callejones de Pain-Cuit, du Moulin-au-Duc. El Steir, que discurre justo detrás de estas casas, marcaba el límite con la ciudad episcopal.
Desde la estación se llega al centro de la ciudad. Un mini soporte de pared: esto es una parte Murallas de 1.500 metros que datan del siglo XIII.mi siglo. Una vez traspasada la puerta, se encontrará en los jardines del Palacio Episcopal y el antiguo palacio de los obispos de Cornualles (siglo XVI).mi-XIXmi siglos) que alberga el Museo Departamental Bretón. Allí se exponen trajes, loza, muebles, pero también artes populares y antiguas.
Calle Laénnec rinde homenaje al médico de Quimper que inventó el estetoscopio: René Laennec (1781-1826). Al final de la calle, en el eje de la perspectiva, notamos una mansión privada: es la de René Madec (1738-1784), otro hijo de Quimper con un destino fabuloso. A los 9 años se embarcó por primera vez y luego partió hacia la India. A la edad de 20 años, se convirtió en mercenario al servicio del Gran Mughal, llegando a ser teniente general del Imperio Mughal, nawab y rey del Dekkan. Cansado de luchar contra los ingleses y de hacer una enorme fortuna, regresó a Francia en 1779. Ennoblecido por Luis XVI, el aventurero murió a consecuencia de una caída de su caballo en 1784.
La inmensa plaza Saint-Corentin Es enteramente peatonal. Un verdadero lujo. De un lado, la catedral de Saint-Corentin, del otro, el ayuntamiento y el Museo de Bellas Artes. Sin olvidar las inmensas terrazas de los dos cafés con vistas a la catedral donde podrás detenerte a escudriñar los detalles del granito esculpido del santuario y contemplar las alturas de sus chapiteles de 36 metros realizados en el siglo XIX.mi siglo.
Calle Kéréon (es decir, zapateros) es la arteria del centro de la ciudad. Casas con entramado de madera y voladizos (la residencia de la izquierda data de 1552).