La Bahía de Somme: un santuario ecológico
Para expresar la riqueza de este entorno: Después de haber sido clasificada como reserva natural para proteger sus focas y luego como Gran Sitio, la Bahía de Somme es, desde diciembre de 2012, el corazón de los estuarios de Picardía y del parque natural marino del Mar de Ópalo. En cuanto a sus dimensiones: Medimos 5 kilómetros entre las puntas de Saint-Quentin y Horadel que marcan la apertura de la bahía, y 9 kilómetros entre el faro de Horadel y las profundidades de Mollieresuna zona pantanosa donde nunca se sabe realmente qué pertenece al mundo de la tierra y al del mar. Situada en la ruta migratoria, la Mollieres son un paraíso para los cazadores que buscan patos y otras aves, al abrigo de sus toneladas. Pero la caza se ha vuelto más escasa desde que se dio cuenta de que en la entrada norte de la bahía, el área de Marquenterre – reconvertido en parque ornitológico – ¡Las armas estaban prohibidas!
Parque Marquenterre
La observación de aves requiere no sólo paciencia, sino también capacidad de caminar sobre cualquier tipo de terreno. En corazón de la reserva natural de la Bahía de Somme, el Parc du Marquenterre Constituye 260 hectáreas de dunas, bosques, marismas, Mollieres. 360 especies de aves frecuentan el sitio, para invernar, meditar o como residentes permanentes.
Las focas de la Bahía de Somme
Las focas también respiran, después de casi desaparecer. Estas «crías de foca» (Phoca vitulina por su nombre científico) colonizaron los arenales de la Bahía de Somme hace décadas, pero en los primeros años del siglo XXmi En el siglo XIX los pescadores los perseguían porque mostraban un apetito demasiado grande por su pescado.
Además, en la época en que Le Crotoy y Saint-Valéry vivían las horas burguesas de la Belle Époque, los marineros de la bahía llevaban nemrods parisinos para rastrear focas en medio de las olas, a bordo de pequeñas embarcaciones rápidas. Hoy en día, el verdadero estrés que sufren las focas es el que provocan los cazadores de imágenes aficionados, que quieren dibujar un retrato de estos animales, tan exóticos en nuestras aguas.
Paisajes en constante cambio
Los paisajes de la Bahía de Somme varían de hora en hora, según sube o baja el mar. También cambian cada día, porque la interacción del oleaje y las corrientes marinas modifica permanentemente la estructura de los bancos de arena y el lecho del Somme. Así, durante todo el año, el personal de los Faros y Balizas desplaza las boyas rojas o verdes que indican a los navegantes las aguas profundas del canal.
Para descubrir a pie los espacios abiertos de la Bahía de Somme aprovechando la marea baja, saldrá de Le Crotoy, en la orilla norte del estuario, teniendo cuidado de no entrar en el canal: 5 horas después de la marea alta. una esclusa libera una masa de agua previamente acumulada, con el fin de purgar el canal de acceso al puerto. Atención ! ¡Efectivamente existe riesgo de ahogamiento!