Angers: entre la historia y la dulzura de la vida

Angers: entre la historia y la dulzura de la vida

En toba y piedra tallada, el gran teatro anima la vida cultural angevina desde 1791, en la plaza del Ralliement, rebautizada ese mismo año. Reconstruido en 1871 (por Lucien Botrel y luego Auguste Magne) tras un incendio que destruyó el edificio original, hoy alberga el Centro Dramático de Angers (Angers Nantes Opéra) y ofrece una programación dividida entre ópera, teatro, conciertos de música clásica, jazz, danza, exposiciones y conferencias…

La casa de Adán, en Angers

La casa de Adán, una celebridad angevina, una joya de la ciudad que aún conserva unas cuarenta de estas casas con entramado de madera. La datación de la madera utilizada para su armazón fija la tala de los árboles en 1491. Situado en la plaza Sainte-Croix, fue construido para boticarios y su iconografía esculpida en los postes sigue siendo cuestionada: Virgen y ángel de la Anunciación, San Jorge, quimera, dragón, pelícano, pareja de enamorados, flautista. Sin olvidar el increíble “tricouillard”.

Fortaleza de Angers

La austeridad de la fortaleza de angers albergó el consuelo debido a los duques de Anjou que residieron allí en el siglo XIV.mi y XVmi siglo. La visita también merece la pena por el tapiz del Apocalipsis que se encuentra allí.

Catedral de San Mauricio

Para la pequeña historia, el portal de la catedral de San Mauricio (cuya construcción se inició en el siglo XIImi siglo), habría sido realizado por el cantero del portal occidental de la catedral de Chartres.

Tranvía en Angers

El tranvía, con su librea color toba, luce cintas de arcoíris y su morro evoca la proa de un barco. En la acertadamente llamada Place du Ralliement, el ágora del centro de la ciudad, los peatones son los amos desde 2010.

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