Restauran un castillo y hacen un hallazgo que cambiará su vida para siempre
¿Quién no ha soñado alguna vez con cruzar el portón oxidado de un castillo perdido y, entre ruinas y vegetación salvaje, desenterrar un tesoro capaz de cambiarle la vida? Para Tim Holding y Felicity Selkirk, esa fantasía se convirtió en realidad… ¡y vaya si fue mágica!
Un sueño australiano en plena campiña francesa
Tim Holding y Felicity Selkirk, un tándem de australianos francófilos, quedaron hechizados desde la primera vez que contemplaron el Château de Purnon, en Verrue, en pleno corazón del bosque de Scévolles, Vienne. Tim, exministro australiano, y Felicity, experta en creación de sitios web, andaban en busca de un castillo del siglo XVIII digno de restaurar según las reglas del arte. Trece propiedades rechazadas y, de pronto, este decorado de cuento de hadas: una “belleza dormida” cubierta de maleza esperando su despertar.
El castillo fue edificado por Antoine-Charles Achard, marqués de la Haye, entre 1772 y 1791, y modernizado después por el marqués de Rochequairie en 1893. Desde la muerte del último marqués en 2013, Purnon yacía en completo abandono. Puertas y edificios inscritos como Monumento Histórico en 1992, pero sin restauración, vigas amenazadas y una naturaleza que avanzaba sin permiso entre muros y terrazas. ¿El resultado? Humedad, raíces y riesgo de derrumbe… Pero nada detuvo a estos exploradores románticos: fue amor a primera vista. “Me deslumbraron las perspectivas y la avenida que atraviesa el bosque 3 kilómetros”, confiesa Felicity con entusiasmo.
Restauración a prueba de pandemia (y frío polar)
El desafío de restaurar los 105 ambientes de Purnon (sin contar los dos pabellones y el molino) no los amedrentó. Ni siquiera la pandemia: tomaron posesión el 11 de mayo de 2020, justo al levantar el confinamiento. ¿Primera parada? Habitación y baño de campaña, poco mejores que una tienda de supervivencia. «Una noche de invierno, tiritando, preferí dormir en el coche, ¡era más cálido que la cama!», relata Felicity con humor.
Por tratarse de un lugar protegido, todo avance requería el consejo de especialistas. Así, además de sacar brillo a maderas y baldaquines escapados de saqueos sucesivos (incluida la Revolución Francesa), documentaban su odisea en Instagram, donde ya suman casi 42 mil seguidores.
El hallazgo: papeles pintados que son historia viva
La restauración cobró nuevo ritmo tras conocer a Frédéric Didier, arquitecto en jefe de monumentos históricos. Juntos, explorando habitaciones y armarios, descubrieron auténticos papeles pintados del siglo XVIII: algunos a la vista, otros escondidos bajo capas y capas de recubrimiento. “Eran joyas, últimos vestigios del savoir-faire dieciochesco y extremadamente frágiles. Decidimos replicarlos”, relata Felicity.
Fue el inicio de otro cuento: Farrow & Ball, famosa casa británica, se sumó al proyecto. Su directora artística, Charlotte Cosby, visitó el castillo, seleccionó cinco papeles y los reprodujeron siguiendo métodos tradicionales. Algunos desafíos técnicos (como pasar de doce colores originales a solo dos por limitación de equipos) no restaron belleza ni emoción al resultado final. Así, nacieron los «Purnon Papers», todo un tributo a la elegancia francesa y a la sensibilidad actual.
Hoy, esos tesoros ocultos están al alcance de todos, gracias a la colaboración entre el arte y la pasión restauradora de Tim y Felicity.
Purnon, renacido y más vivo que nunca
La financiación fluyó con ayudas públicas, subvenciones y hasta una jugosa aportación de 300.000 euros del Loto del Patrimonio de Stéphane Bern. El calendario de obras avanza con precisión. La reparación de la techumbre, vital para evitar inundaciones, ha sido la prioridad. El gran salón, la entrada y la biblioteca esperan su turno, mientras los antiguos bustos reales vuelven a reinar en la cubierta.
- Aprobación y supervisión de la DRAC
- Restauración de exteriores: cubiertas y estructuras
- Próximas etapas: interior, electricidad, evacuaciones y salones históricos
La vida cotidiana también se adapta: provisionalmente, han instalado una cocina funcional tras el comedor y renovado dormitorios para familiares. En 2020, durante las Jornadas Europeas del Patrimonio, abrieron Purnon al público y recibieron ¡mil visitantes!
Quien quiera más detalles, puede seguirles en su canal de YouTube “Château de Purnon: Reawakening a French château” o en su libro “Château reawakening”.
Purnon, bajo la energía y dedicación de estos australianos enamorados, ha resurgido como emblema del patrimonio francés… y, por si fuera poco, conquista también el corazón de una gran casa británica.
En suma, los sueños de cuento de hadas a veces se hacen realidad: solo hay que atreverse a cruzar el portón, aunque chirríe (y dormir alguna que otra noche en el coche si la ocasión lo exige).
