Platos imperdibles de la gastronomía francesa que puedes hacer en casa
La cocina francesa es considerada una de las mejores del mundo, replicada por miles de chefs reconocidos. Se trata de una cocina muy refinada, sutil y hasta un poco elegante, que sin lugar a duda representa los principales valores de Francia. La cocina francesa es una referencia obligada incluida en distintos recetarios de cocina, la preferida de muchas amas de casa.
A pesar de que la cocina francesa parece ser muy exigente, en realidad posee platillos fáciles y rápidos de preparar, sin duda querrás hacer una receta nueva cada día. Si te emociona la idea de preparar un platillo francés con productos de altísima calidad, una mayorista de alimentos sería una buena opción, pues ofrecen grandes descuentos y garantías en la mayoría de sus productos.
Crepes
Es una de las preparaciones francesas más famosas en todo el mundo, pueden ser dulces o saladas, para comer como un postre o también durante el desayuno. Es un platillo perfecto para hacer en casa, pues se puede acompañar de toda clase de ingredientes. Además, se adapta perfecto a todos los países y culturas.
No es muy difícil cocinar en casa crepes al estilo francés, en realidad se trata de una mezcla de harina de trigo, leche, huevos, mantequilla y azúcar. Aunque posiblemente la primera no te quede perfectamente bien, con la práctica de seguro serás un experto. Solo debes tener en casa un sartén lo más plano posible e ingredientes a tu gusto para rellenar y compartir.
Macarrones
Si hablamos de cocina francesa impresionante, los macarrones son motivo de orgullo. Es uno de los postres típicos de Francia más coloridos y reconocidos a nivel mundial. Los macarrones están presentes en cada panadería francesa, con una forma circular que los caracteriza.
Los macarrones son conocidos por tener una crema de merengue en medio de dos piezas, y su peculiaridad es que se encuentran en varios colores. Los colores de un macarrón pueden ser amarillo, violeta, verde, rojo o rosa, es su principal atractivo. Otros paladares más exigentes utilizan fresas, chocolate o alguna otra fruta para el interior, acompañados de un rico té o café.
Ratatouille
Seguro no conocías este platillo francés antes de la película, se trata de uno de los preferidos de los comensales en dicho país. Su origen se remonta al sur, de donde provienen la mayoría de las verduras con las que se prepara el ratatouille. Es una especie de estofado con ajo, tomates, calabacín, cebolla, berenjena y pimiento, con un extra de aceite de oliva.
Su atractivo visual es gracias a la forma de rodaja en la que se cortan los vegetales, aunque en casa podrías darle la forma que quisieras. Y como el olor es fundamental en la cocina al igual que el sabor, este plato debe condimentar con hierbas provenzales como el tomillo, albahaca, orégano o el laurel.
Salsa Bechamel
Es un plato fácil de replicar en casa, que se puede consumir durante todo el año. Los ingredientes tradicionales de esta salsa es la harina de trigo, la leche, sal y la mantequilla, para acompañar podríamos agregar un poco de nuez moscada o pimienta blanca molida. La salsa bechamel es la perfecta combinación para los macarrones con queso, un filete de ternero, algunos champiñones salteados e incluso un bacalao.
Según sean los gustos de los comensales, se puede agregar más o menos leche para hacerla menos densa. Aunque, según algunos recetarios, el punto perfecto de la bechamel es un secreto bien guardado por los grandes cocineros franceses.