No es un sueño: 9 países africanos donde el turismo es seguro y sorprende
¿Safaris sin sobresaltos? ¿Playas vírgenes donde solo escuchas el viento (y quizás el grito triunfal del cangrejo local)? ¿Ciudades históricas a descubrir con total serenidad? ¡África está llena de rincones que combinan aventura, maravilla y una seguridad que elimina excusas para quedarte en casa!
Un continente, nueve joyas seguras y extraordinarias
- Mauricio
- Botsuana
- Namibia
- Seychelles
- Tanzania
- Marruecos
- Ghana
- Cabo Verde
- Ruanda
Recorrer mercados llenos de color, perderse entre desiertos majestuosos, hacer senderismo, vivir un safari o salir a buscar el arte local: todo esto es posible en estos países, donde la hospitalidad y la tranquilidad forman parte del viaje.
Mauricio, armonía cosmopolita y playas de ensueño
Independiente desde 1968 y con una fascinante mezcla de herencias portuguesa, holandesa, francesa y británica, Mauricio es el paraíso de la diversidad cultural. En Port-Louis te esperan edificios coloniales y el bullicioso Caudan Waterfront. ¿Amante de la historia? No te pierdas Le Morne Brabant, símbolo de la resistencia contra la esclavitud y declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Lo práctico aquí es también sinónimo de relax: el aeropuerto internacional recibe vuelos regulares de todo el mundo, y sus carreteras están tan bien cuidadas que hasta un GPS se quitaría el sombrero. Todo aderezado con hoteles modernos y lagunas turquesa en Grand Baie y Flic-en-Flac. ¿Quién da más?
Botsuana y Namibia: safaris y desiertos para perder la noción del tiempo
Botsuana destaca como ejemplo de estabilidad y protección ambiental. En pleno corazón del continente, abrirás los ojos ante el Delta del Okavango –zona húmeda interior, Patrimonio Mundial desde 2014– observando elefantes, búfalos y leones en libertad. El Parque Nacional de Chobe presume de la mayor población de elefantes de África. Políticas anti-turismo masivo garantizan que tu experiencia sea auténtica y segura, mientras Gaborone, la capital, suma serenidad a tu estancia.
Namibia, independiente solo desde 1990, es sinónimo de tranquilidad y asombro. Siente la vastedad en Windhoek y sus museos, contempla el sol alzarse sobre las dunas gigantes de Sossusvlei (algunas, entre las más altas del planeta) y lánzate a explorar el Parque Nacional Etosha, auténtico santuario de leones, rinocerontes, elefantes y jirafas. El dólar namibio es la moneda y las carreteras son ideales hasta para conductores con tendencia a perderse. Aquí, “turismo seguro” es más que un lema, es una realidad palpable.
Islas y costas mágicas: Seychelles, Ghana y Cabo Verde
¿Sueñas con playas imposibles? Las Seychelles, ese archipiélago de 115 islas en el Índico, combinan arenas blancas, fondos coralinos, fauna mimada y la capital Victoria, digna de una novela de bolsillo. Allí el creole coquetea con el francés y el inglés, la Vallée de Mai de Praslin alberga los insólitos cocos-de-mar (los célebres cocofesses), y hasta podrías perder la cuenta de las puestas de sol perfectas en Anse Source d’Argent. Desde 1976 protegen su naturaleza y cada rincón invita a la desconexión segura.
Ghana, por su parte, enamora a quienes buscan autenticidad y calor humano. Primero en independizarse en 1957, presume hoy de democracia sólida y de deliciosos platos autóctonos. Su capital, Accra, rebosa vida en sus mercados, y los fuertes coloniales como Cape Coast Castle cuentan historias del siglo XVII. El Parque Nacional de Kakum ofrece paseos aéreos entre copas de árboles y oportunidades para selfies épicos que, prometido, nadie más tendrá.
Cabo Verde, ese volcán emergido en el Atlántico cerca de África, es paz en estado puro. Con diez islas principales y conexiones aéreas regulares, su capital Praia te invita a sumergirte en mercados coloridos. No dejes Mindelo, patria de la morna y del ritmo que popularizó Cesária Évora. Según la estación, puedes subir a los senderos de Santo Antão, deslizarte por las dunas de Boa Vista, o vivir la energía nocturna de Santa Maria (isla de Sal). Hoteles para todos los gustos, desde el más sibarita hasta la pensión familiar.
Ruanda, Tanzania y Marruecos: naturaleza y cultura con máxima tranquilidad
Ruanda, hoy uno de los países más seguros del continente, deslumbra con su apodo: el país de las mil colinas. Kigali, moderna y limpia, sirve de base para expediciones inolvidables hacia el Parque Nacional de los Volcanes y el emocionante trekking para ver gorilas de montaña. Organiza tu visita en estación seca (junio-septiembre, diciembre-febrero) y disfruta de frescor, paisajes verdes y plantaciones de té.
En Tanzania vivirás el gran safari de tu vida: el Parque Nacional del Serengeti, la migración de ñus y el desafío épico del Kilimanjaro (5.895 m). No olvides la exótica Stone Town de Zanzíbar con su arquitectura swahili, declarada Patrimonio de la Humanidad. Solo asegúrate de tus papeles en regla y un seguro médico adaptado a la región. Las zonas turísticas están bien protegidas: aquí reina la paz entre tanta naturaleza diversa.
Y si buscas inmersión cultural, Marruecos deslumbra con medinas, montañas y desiertos. Su capital Rabat aporta arquitectura e historia, Casablanca tamaño metrópolis, mientras Marrakech, Fez y Chefchaouen derrochan color, olores y laberintos de zocos. El Sahara ofrece noches bajo las estrellas en tiendas bereberes. El dirham (MAD) es el rey y el francés, moneda de cambio conversacional.
¿Con cuál de estos destinos vibras? Todos figuran entre los países más seguros de África y ofrecen una impresionante variedad de paisajes y actividades: desde playas hasta cultura urbana, safaris o grandes travesías. Aquí, la seguridad y la maravilla viajan de la mano –¡y la única preocupación es decidir cuál será tu próxima aventura (o qué plato probar primero)!
