Migración: Francia: continuar los controles fronterizos contra la migración
Francia quiere mantener los controles fronterizos para frenar la migración. El Primer Ministro Barnier también ha anunciado una extensión de la detención en espera de la deportación para poder deportar a más extranjeros.
París – Francia quiere mantener los controles en sus fronteras para frenar la migración irregular. El primer ministro, Michel Barnier, afirmó en su declaración gubernamental en París que los controles se realizarán «durante el tiempo que sea necesario», de acuerdo con las normas europeas y como también ha decidido Alemania. Además, es necesario reforzar la agencia europea de protección de fronteras, Frontex, para poder controlar mejor las fronteras exteriores de la UE, afirmó Barnier.
Francia introdujo controles en sus fronteras después de los ataques islamistas de 2015 para protegerse contra el terrorismo y extendió repetidamente los posibles controles de seis meses. Más recientemente, en Francia hay controles fronterizos desde principios de junio en relación con los Juegos Olímpicos, que finalizarán a finales de octubre. Durante los controles fronterizos, Francia rechazó y devolvió especialmente a los inmigrantes que no tenían los documentos de entrada necesarios.
La ministra federal del Interior, Nancy Faeser (SPD), había ordenado que a partir del 16 de septiembre se realizaran controles estacionarios en todas las fronteras terrestres. Justificó los controles adicionales que afectan a Francia, Dinamarca, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo con la migración irregular. Desde mediados de octubre se aplican controles de este tipo en las fronteras con Polonia, la República Checa y Suiza. Fueron introducidos en la frontera terrestre entre Alemania y Austria en otoño de 2015. En realidad, no están previstos controles fronterizos en el espacio Schengen.
Para reducir el número de inmigrantes que viven ilegalmente en Francia y poder deportar a un mayor número de afectados, Barnier también anunció una extensión de la detención en espera de deportación de 90 a 135 días. La semana pasada, Francia quedó conmocionada por la muerte violenta de un estudiante parisino que, según se decía, había sido asesinado por un migrante que previamente había sido liberado de su detención en espera de su deportación.