“El mayor misterio de los faraones por fin desvelado tras 100 años”

¿Preparado para un viaje en el tiempo sin necesidad de máquina ni estar momificado? Tras cien años de enigmas, el mayor secreto de los faraones por fin queda al descubierto y tiene nombre propio: el tesoro de Tutankamón brillará ante los ojos de todo el mundo. Que tiemblen los exploradores de sofá: Egipto saca sus mejores galas para la inauguración del Gran Museo Egipcio.

Una tumba, un misterio y un botín bajo tierra

El 4 de noviembre de 1922 marcó un antes y un después en la historia de la arqueología. Ese día, el arqueólogo Howard Carter, junto a su incansable portador de agua Hussein Abdel-Rassoul, desenterró en el Valle de los Reyes el sepulcro del joven faraón Tutankamón. Dicen que tras abrir la tumba ni ellos imaginaban la magnitud del hallazgo: 5398 objetos fueron cuidadosamente sacados de las profundidades a cuatro metros bajo tierra, y no precisamente tazas y platos de los domingos.

La colección lo tenía todo para abrumar: estatuas de divinidades varias -siempre es bueno tener contactos en el más allá-, el famoso máscara funeraria de oro macizo que haría palidecer a cualquier influencer, el sarcófago del mismísimo Tutankamón junto con las momias de sus dos hijas, amuletos para espantar malos rollos eternos, joyas hechas con oro y piedras preciosas que ni las mejores pasarelas, carros de guerra, y hasta objetos de la vida cotidiana —porque nadie quiere que le falte de nada en la eternidad.

Esta cámara funeraria, considerada una de las mayores revelaciones arqueológicas jamás realizadas, será expuesta pronto, y por primera vez, en su totalidad y con la disposición tal cual fue hallada.

El Gran Museo Egipcio: una nueva era para los faraones

Ya no es necesario hacer equilibrios en andamios ni viajar bajo un sol abrasador con látigo en mano. El tesoro completo de Tutankamón tendrá su casa permanente en un edificio digno de dioses, casi tan grande como la eternidad, y diseñado para codearse de cerca con las mismísimas pirámides de Guiza.

  • Superficie: Casi 47 hectáreas. Ojo, es dos veces más grande que el Louvre, sí, el de París.
  • Ubicación: Prácticamente a un paso de las famosas pirámides.
  • Objetos en exhibición: ¡Nada menos que 130 000!

La colección de Tesoro de Tutankamón podrá contemplarse tal y como Carter la encontró, un guiño al pasado que emociona a arqueólogos, turistas y a la competencia… porque el jefe del Estado egipcio lo deja claro: el Gran Museo Egipcio aspira a ser el museo arqueológico más grande del mundo dedicado a una sola civilización: la faraónica.

Un recorrido entre dioses, reyes y joyas legendarias

El museo, cuya esperada apertura será el jueves 3 de julio de 2025, propone un auténtico viaje en el tiempo para visitantes de todas las edades (y tallas). Las galerías están organizadas de forma cronológica, desde la prehistoria hasta la época grecorromana egipcia, sin saltarse ni un solo capítulo.

No todo será Tutankamón ni selfies con el famoso antifaz de oro. Entre las piezas más esperadas lucen la barca solar de Keops, el majestuoso navío funerario de madera de cedro, de 44 metros de largo, enterrado junto a la Gran Pirámide hace más de 4 500 años, y la gigantesca estatua de Ramsés II, de 12 metros de altura, que da la bienvenida a todos desde el atrio principal.

Los visitantes, a medida que suben los seis pisos del Gran Escalera, descubren una procesión de estatuas de dioses y faraones reconocibles como Kefrén, Micerinos, Akenatón y Hatshepsut, además de sarcófagos dignos de película de aventuras, antes de toparse con una enorme ventana acristalada con vistas inolvidables a las tres grandes pirámides de Giza. Todo, sin trampa ni cartón.

Un museo para el futuro: sorpresas tecnológicas y el renacer del turismo

Egipto no escatima: estimado en mil millones de dólares, este museo busca atraer cerca de cinco millones de visitantes al año (muchos más que parientes en una boda). La experiencia promete ser revolucionaria y didáctica, incorporando tecnologías de última generación, con presentaciones multimedia inmersivas y realidad virtual. Porque aprender historia nunca fue tan emocionante ni tan, digamos, faraónico.

Así que si pensabas que los misterios de los faraones estaban reservados para unos pocos elegidos de sombrero y pincel, ¡te equivocas! En 2025, el mayor misterio desvelado será cómo lograr visitarlo y no quedarse boquiabierto ante tanta maravilla. Consejo práctico: ve ahorrando para el billete (y reserva un buen hueco en la memoria del móvil).

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