El Dragón de Calais: ¡un viaje extraordinario!
Calais es el destino perfecto para un fin de semana, una excursión de un día o una escapada urbana. Hay mucho que hacer y ver, desde museos hasta lugares conmemorativos. La playa es preciosa. Calais la Plage, Calais junto al mar, ha sufrido una remodelación radical y ahora es uno de los mejores destinos costeros de la ya de por sí hermosa Costa de Ópalo del norte de Francia. La comida es fabulosa: desde restaurantes refinados hasta sensaciones de marisco, pequeños cafés acogedores y estaminets (posadas tradicionales de estilo flamenco) con un ambiente especial. Y aquí hay dragones. El colosal dragón de Calais es una vista asombrosa, ya que transporta pasajeros y crea una de las actuaciones de arte callejero gratuitas más extrañas y cautivadoras de Europa…
¡El Dragón de Calais pasea por la ciudad!
La bestia mecánica que vive en una guarida con frente de cristal frente al mar no es un dragón común y corriente.
Este dragón marino, de 25 metros de largo y 12 metros de alto, es majestuoso y monumental. Es fascinante verlo pasear por el paseo marítimo con felices pasajeros a sus espaldas.
Sí, este dragón, a pesar de que escupe fuego, puede albergar hasta 50 pasajeros a la vez en un recorrido guiado de 45 minutos por el hermoso paseo marítimo para admirar los lugares de interés. Con una plataforma panorámica en su espalda que ofrece vistas del Canal de la Mancha hacia el Acantilado Blanco de Dover y la ciudad, este es un paseo para recordar.
Se trata, sin duda, de una de las muestras de arte gratuitas más increíbles de Francia, un espectáculo que deja a los niños boquiabiertos y a los adultos sonriendo ante la magia de una maravilla arquitectónica móvil de madera y acero de 72 toneladas.
Entra el dragón
Diseñado por François Delarozière, el genio detrás de las Máquinas de la isla de Nantes, el Dragón de Calais, este es el más imponente de los famosos animales mecánicos de la compañía hasta la fecha. El Dragón no solo escupe fuego, también escupe agua, estornuda, resopla, balancea su enorme cola, ruge fuerte y bate sus alas. No es exactamente un vehículo veloz: a 4 km por hora, hay tiempo de sobra para verlo pasar, manejado por hábiles «maquinistas» (titiriteros).
Cada actuación del dragón es única porque reacciona a su entorno. Puede que te mire con sus largos párpados de una forma sorprendentemente tierna. O puede que se detenga y te mire fijamente a los ojos, y te aseguro que no podrás apartar la mirada. Puede que vea un transbordador en el Canal y levante sus alas de 17 metros de largo en una demostración de fuerza: ese es su territorio. Rugirá y escupirá fuego. Si tienes mucha suerte (y eres menor de 12 años o de lo contrario podrías pensar que no es una buena idea), te rociará mocos de dragón (¡es decir, agua!).
El Dragón no está solo…
El Dragón es el animador de un vasto proyecto artístico urbano planeado para la ciudad. Y es inolvidable, increíblemente extraño y maravilloso. Tiene una docena de compañeros locos, mágicos y mecánicos que se unen a él; el primero, una iguana de 13 pies de largo, vive cerca.
La iguana centinela se sienta a horcajadas sobre un contenedor de carga desde donde escupe agua, se pone de pie, se mueve y menea la cola. Se rumorea que, a juzgar por su color, la iguana es un macho, aunque nadie lo sabe con certeza. Y los veterinarios calculan que es un jovencito, ¡de tan solo 13 años! A diferencia de su primo el dragón, esta cautivadora criatura no da paseos. Está disponible para todos los que quieran tejer su propia magia y jugar a ser un maquinista por sí mismos. Los niños se enamoran perdidamente de él.
El proyecto creativo de regeneración de Calais contará con más lagartos que se unirán a la pandilla. En total, 10 máquinas deambularán, transportando pasajeros hacia y desde sitios icónicos, mientras que tres se quedarán y gobernarán el gallinero, como la iguana centinela. Su presencia fascinante y prodigiosa coloca a Calais firmemente en el mapa como una de las ciudades con más arte callejero teatral de Europa.
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¡Comida de dragón!
Mirar a los dragones con los ojos cerrados da hambre. Acérquese al restaurante del dragón, situado junto a su guarida. Disfrute del desayuno, el almuerzo y los aperitivos (incluidos cócteles como el Dragon des Mers, que incluye un ponche de tequila, y el Dragon des Airs, una delicia afrutada sin alcohol) en L’Antre du Dragon, restaurante, cafetería y bar. ¡También es el lugar perfecto para el brunch del domingo!
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