Crisis de gobierno en Francia: días de caos democrático
Francia y Alemania están políticamente paralizadas. En estos tiempos de crisis, esto supone un peligro existencial para toda Europa, comenta nuestro corresponsal en Bruselas, Knut Krohn.
Es hora de hacer sonar las alarmas. Los días de caos en Francia podrían desarrollar una fuerza que arrastre a toda Europa a una espiral descendente. Lo peligroso es que dos factores se refuerzan mutuamente en París. Francia es un país muy endeudado, gobernado por un aparato político obviamente disfuncional. Los observadores recuerdan la crisis del euro provocada por Grecia, pero es peor, porque el rescate en caso de colapso sería imposible. Francia es la segunda economía más grande de Europa y un peso político pesado.
Una crisis en tiempos de crisis globales
Esta crisis llega en un momento inoportuno para la UE. En vista de la amenaza militar de Rusia, el enfrentamiento económico con China y un presidente estadounidense impredecible, Donald Trump, necesita una Francia estable y eficiente. Pero ese no es el final de las malas noticias. Sólo Alemania podría asumir el liderazgo de Europa gracias a su poder económico y político. Pero en Berlín también reina un caos paralizante.
Peligroso ascenso de los populistas
Y hay otro peligro acechando: el fracaso de los partidos democráticos en Alemania y Francia está fomentando el ascenso de los populistas de derecha e izquierda. Su objetivo no es una política constructiva, sino más bien la destrucción del sistema democrático. El panorama es sombrío, pero ahora las democracias deben demostrar que no sólo aumentan la prosperidad sino que también son resilientes.